viernes, 1 de abril de 2011

Lo que el tiempo volvió tradición

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Para los que vivimos aquí en Chiclayo, nuestra historia nos señala como antepasados a los Moche o Mochica, un pueblo del antiguo Perú, predecesores de los incas, que se asentaron en la costa norte de nuestro país, desde los 100 a.C hasta los 800 d.C y fueron considerados los mejores ceramistas del Perú antiguo debido a la belleza que reflejaban en sus ceramios. Con una religión politeísta y una sociedad clasista los moche fueron un pueblo agricultor, pescador y ligado al arte de la cerámica cuyas tradiciones fueron legadas por años a sus descendientes.

Yo personalmente, viviendo relativamente cerca del centro arqueológico moche, nunca conocí a alguien que en verdad diera a conocer los secretos de esta cultura. Fue hasta que la televisión y el internet revelaron mi total ingenuidad; un reportaje colgado en la web que revelaba las tradiciones que habían sobrevivido a la cruel erosión de la memoria, me instaba a seguir conociendo mas de lo que me había privado hace tanto tiempo. Conocí pues, desde gente que mantenía intacta el arte moche en sus manos, en su arte y en su obra; hasta algunos que colocaban una especie de marca personal sobre cada cosa que hacían, revelando orgullosamente su origen Moche.

Si bien algunas tradiciones y costumbres se perdieron en el tiempo, obviamente, las prácticas más populares y con más profundas raíces históricas fueron las sobrevivientes, y de estas, casi la totalidad ha sufrido modificaciones según la coyuntura que se citaba en el norte del Perú, tenemos por ejemplo que la música, desde que tuvo sus orígenes en la sociedad Mochica antigua, cambia a medida que se incorpora nuevos elementos a las vivencias cotidianas de la gente que mantenía viva esta costumbre. Es esta gente la que se siente orgullosa de ser descendientes de una raza milenaria e intentan que las tradiciones que hoy practican sigan siendo en el futuro, una especie de sello que los identifique ante el mundo, una marca imborrable que es el mejor legado que les dejan a sus hijos.

La música no fue indiferente a los moche, y la afición al canto y al baile se evidencia en las muestras de cerámica con iconos y gráficos referentes a esta muestra cultural, tales como vasijas y vasos ceremoniales pictográficos, en las que, sorpresivamente para mi, se hallaron también diversas representaciones de gente esquelética en plena celebración que indican los estudiosos, es ligada a la música. Ósea que la afinidad por la música, la danza y el canto perseguía a los moche hasta mas allá de la muerte, simplemente increíble y hasta resultaría utópico para algunos.

(Grupo Pachcamac - Música Originaria)

Ahora vemos estas realidades de los moche, en la gente que sigue haciendo huacos retratos de manera tradicional o con molde manteniendo las técnicas que usaron sus antepasados, conservando la calidad de la obra y que representa la manera de pensar, la vida cotidiana y hasta la intimidad de sus antepasados, en este caso la música moche, si bien no está perdida, algunos la plasman en barro y arcilla y otros mantienen el idioma y la evidencian en cada nota musical que nace de sus entrañas y brota de sus gargantas.

Otras tradiciones siguen casi intactas, cito pues el uso de determinadas plantas especiales y ciertas partes de los cuerpos de algunos animales oriundos de la región para remediar problemas de salud de los mismos pobladores, su uso se ha mantenido casi intacto debido a la eficacia que se le atribuye a las plantas milagrosas y al surgimiento de personajes cuyos poderes sobrenaturales hasta hoy son un misterio. Los curanderos y hierbateros se preservaron en el tiempo, haciendo de su místico oficio una manera de vida que es heredada a sus hijos.

(Cantata al Señor de Sipán - Recreación de un rito chamánico)

Podemos ver con nuestros propios ojos como las personas siguen conservando lo que sus padres les han enseñado, otra muestra de esto puede ser la arquitectura. Sorprendentemente los antiguos Mochica elaboraron un tipo de construcciones anti-sísmicas a base de una especie de ladrillos hechos de barro y otros materiales llamados adobes, cuya distribución de las columnas en una construcción esta ligeramente inclinada hacia el centro y, al acondicionarse de esa manera, brindan flexibilidad a la construcción y a los adobes que, hacen frente a los movimientos sísmicos así como a los fenómenos del clima. Las casas en algunas zonas rurales de Chiclayo sieguen manteniendo el uso de los adobes para construir sus viviendas y no hay mucha diferencia con una vivienda Moche antigua.

Las tradiciones se ligan a todo lo que el hombre hace en su rutina diaria y le permite solucionar sus dificultades de diferentes maneras, las tradiciones sobreviven al tiempo y florecen en el corazón de quienes mantienen viva una cultura que no se extingue con la muerte. Actividades cotidianas como la agricultura tenían sus respectivas creencias que se han mantenido tanto tiempo debido a su efectividad, algunas concernientes al riego, a la cosecha, al cultivo, a los materiales a utilizar y la forma de cómo hacerlo y hasta la limpia de acequias.

Es increíble ver como algo puede perdurar en el tiempo, como las raíces pueden penetrar en el fondo de los corazones de gente que quizá aun no haya nacido pero que está destinada a seguir la obra de sus padres. Ver gente orgullosa de sus raíces, descartar tan rápido los perjuicios que brotan diariamente en las mentes de algunos insensatos, para dar paso a una tradición que se vuelve arte y que poco a poco invade el corazón de todo aquel que la admira.

Ojala el esfuerzo de tantas personas por preservar su identidad no sea en vano, y las nuevas generaciones no la echen a perder por algunas prácticas alienadas que tan recientemente invaden las cabezas de miles de personas, que no son perjudiciales, pero distraen la realidad y la identidad. Sé que no será en vano, y que en cada persona que está orgullosa de sus raíces moches hay millones de antepasados que dejaron su legado y que fue trasmitido de generación en generación, eliminando quizá el peligro que implica la fragilidad de la memoria.

Pero, ¿hasta cuándo será así? ¿Hay algo que atente contra el sueño de millones de personas que dejaron su legado a su siguiente generación?

Por: Carlos Hernández Mesta

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2 comentarios:

  1. No tengo palabras para evaluar este gran post elaborado por Carlos Hernández Mesta.
    Este es uno de los post que mas me impresionó por su forma organizada y a la aplicación de un texto muy concreto, imágenes resaltan al tema dado y en especial el infograma creado, que al verlo me demuestran ustedes, que están trabajando no al 100% sino al 200% o mas. Muchas felicitaciones para los integrantes de este blog y les deseo mucha suerte. Espero post que resalten sus temas y su organización próximamente.
    Saludos.
    Org.Pecucuentos

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